
Menorca también es conocida como la “Isla del Viento” puesto que suele sufrir fuertes episodios de Tramontana, el viento que procede del norte y que puede llegar a soplar con intensidad durante varios días y de forma sostenida.
Cuando se producen estas condiciones, el viento transporta y deposita la sal marina sobre la vegetación natural y los cultivos de los que se alimentará posteriormente el ganado.